Piedras, palazos, y objetos contundentes. Todo se resume en una palabra: bronca. El desconcierto por el descenso se apoderó de los hinchas de River que explotaron y rompieron todo lo que encontraban a su alrededor. Los otros, los más sensatos, se quedaron lamentando su suerte en El Monumental, con el llanto como la única vía para liberar su desolación.
Un grupo de hinchas fueron al playón del Monumental y comenzaron a romper vidrios. Los hinchas avanzaron rompiendo todo a su paso. Destrozaron paredes en búsqueda de más proyectiles.
A medida que este grueso iba saliendo, chocaron con los grupos de infantería, quienes trataron de parar el avance de los violentos. Las piedras son un lluvia constante por los aires caldeados de Nuñez que sigue sin asimilar el descenso a la B Nacional
Un grupo de hinchas fueron al playón del Monumental y comenzaron a romper vidrios. Los hinchas avanzaron rompiendo todo a su paso. Destrozaron paredes en búsqueda de más proyectiles.
A medida que este grueso iba saliendo, chocaron con los grupos de infantería, quienes trataron de parar el avance de los violentos. Las piedras son un lluvia constante por los aires caldeados de Nuñez que sigue sin asimilar el descenso a la B Nacional
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