Los actores reeditan la pulseada por la renta en un buen momento para el sector. En un negocio volátil, tamberos e industriales podrían dar el gran salto, mientras el gobierno no parece mirar más allá de las góndolas.
Los tambos aportarán 10 por ciento más de leche este año. Las industrias ocupan toda su capacidad instalada para abastecer un consumo interno de 230 litros anuales -apenas 10 litros por debajo del pico de 1998- y para exportar. Foto:Archivo El Litoral
Los tamberos protestan frente a SanCor mientras la emblemática industria láctea muestra un momento de recuperación histórica. Buenas razones asisten a unos y otros, aunque generen alguna perplejidad en quienes no están allegados a la cadena láctea.
Los productores reciben hoy un promedio de $ 1,50 a $ 1,55 por el litro de leche fluida puesto en sus tranqueras. De allí a los $ 4,30 que puede llegar a costar en la góndola de un supermercado, hay mucha distancia, a la que consideran injusta.
Después de años de sequías o inundaciones, las condiciones climáticas finalmente hicieron honor al esfuerzo diario de los tamberos y devolvieron productividad a sus vacas. Ahora, sus animales producen 2 litros más de leche por día y su producto se factura a 38 centavos de dólar, mucho mejor que los 18 centavos por litro de los recientes tiempos de crisis.
Pero en la Argentina de la inflación negada y el dólar relativamente retrasado, los costos internos de producción también subieron. Y naturalmente, los tamberos reclaman la renta que creen justa.
El otro cencerro
O la otra campana, en la versión láctea. La industria está haciendo un esfuerzo significativo para vender mejor. La región muestra la recuperación de una gran cooperativa, la reconversión de otra e inversores privados que han adquirido empresas emblemáticas de la zona.
“La lechería es muy promisoria”, reconoció Sergio Montiel, gerente de relaciones institucionales de SanCor. Hace algo más de tres años, cuando el gobierno nacional acordó con el de Venezuela la asistencia financiera por U$S 80 millones más capital de trabajo, la cooperativa estaba en uno de los momentos más difíciles de su historia. Hoy, paga sin problemas -con 1.800 toneladas semestrales de leche en polvo a valor de mercado- ese crédito a 12 años y con 3 % de interés, y además financió a 5 años otra deuda con el CFI.
La cooperativa ya tiene 72 años, procesa el 15 % de la leche que produce el país, tiene 4 mil personas en dependencia y 16 plantas industriales, es líder de las líneas infantiles en el mercado interno, exporta a 30 países y tuvo una facturación consolidada (ejercicio 2009/2010) de $ 2.531 millones en el mercado interno y U$S 103 millones en el internacional.
La empresa aclaró que no fueron productores asociados a su cooperativa los que manifestaron en Sunchales. Montiel señaló que la desaparición de tambos en el país está por debajo del 6 % del promedio internacional; además, aclaró que la cooperativa lleva adelante un programa intensivo de capacitación de productores.
“En el caso particular nuestro no hemos tenido caída de tambos; la cooperativa y las primarias ayudan mucho a los productores, financiándoles los servicios (silos, siembra, insumos)”, concluyó el directivo.
Los productores reciben hoy un promedio de $ 1,50 a $ 1,55 por el litro de leche fluida puesto en sus tranqueras. De allí a los $ 4,30 que puede llegar a costar en la góndola de un supermercado, hay mucha distancia, a la que consideran injusta.
Después de años de sequías o inundaciones, las condiciones climáticas finalmente hicieron honor al esfuerzo diario de los tamberos y devolvieron productividad a sus vacas. Ahora, sus animales producen 2 litros más de leche por día y su producto se factura a 38 centavos de dólar, mucho mejor que los 18 centavos por litro de los recientes tiempos de crisis.
Pero en la Argentina de la inflación negada y el dólar relativamente retrasado, los costos internos de producción también subieron. Y naturalmente, los tamberos reclaman la renta que creen justa.
El otro cencerro
O la otra campana, en la versión láctea. La industria está haciendo un esfuerzo significativo para vender mejor. La región muestra la recuperación de una gran cooperativa, la reconversión de otra e inversores privados que han adquirido empresas emblemáticas de la zona.
“La lechería es muy promisoria”, reconoció Sergio Montiel, gerente de relaciones institucionales de SanCor. Hace algo más de tres años, cuando el gobierno nacional acordó con el de Venezuela la asistencia financiera por U$S 80 millones más capital de trabajo, la cooperativa estaba en uno de los momentos más difíciles de su historia. Hoy, paga sin problemas -con 1.800 toneladas semestrales de leche en polvo a valor de mercado- ese crédito a 12 años y con 3 % de interés, y además financió a 5 años otra deuda con el CFI.
La cooperativa ya tiene 72 años, procesa el 15 % de la leche que produce el país, tiene 4 mil personas en dependencia y 16 plantas industriales, es líder de las líneas infantiles en el mercado interno, exporta a 30 países y tuvo una facturación consolidada (ejercicio 2009/2010) de $ 2.531 millones en el mercado interno y U$S 103 millones en el internacional.
La empresa aclaró que no fueron productores asociados a su cooperativa los que manifestaron en Sunchales. Montiel señaló que la desaparición de tambos en el país está por debajo del 6 % del promedio internacional; además, aclaró que la cooperativa lleva adelante un programa intensivo de capacitación de productores.
“En el caso particular nuestro no hemos tenido caída de tambos; la cooperativa y las primarias ayudan mucho a los productores, financiándoles los servicios (silos, siembra, insumos)”, concluyó el directivo.
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