Muestra para conocer al “primer jesuita santafesino”

Se trata de una exposición que se habilitará en el Museo Inmaculada y aborda la figura de Cristóbal Altamirano. La propuesta podrá visitarse gratuitamente desde este miércoles hasta el domingo 21 de julio. Organizan Gobierno de la Ciudad y Colegio Inmaculada.

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 El Museo del Colegio Inmaculada (General López 2545) renueva su propuesta de exposiciones con una muestra dedicada a homenajear a Cristóbal Altamirano (1601-1698), el primer jesuita santafesino. La exhibición, que se habilitará el próximo miércoles, presenta imágenes, mapas y objetos provenientes de las misiones jesuíticas que hacen referencia a este hombre que, además, se destacó por sus conocimientos de las lenguas indígenas, por ser un excelente administrador, un hábil estratega y por la firmeza de sus convicciones que le valieron el respeto y la admiración de la mayoría de sus contemporáneos.

La muestra permanecerá habilitada hasta el domingo 21 de julio. La atención se realiza de lunes a viernes de 8 a 12 y de 15 a 19 y los sábados de 15 a 18. La entrada será libre y gratuita.

Pionero

Cristóbal Altamirano nació en Santa Fe la Vieja en junio de 1601. Fue hijo de un compañero de Juan de Garay en la refundación de Buenos Aires. Apenas abierto el Colegio jesuita (1609), integró el grupo de sus primeros alumnos y a los 16 años se incorporó a la Compañía. En 1628 fundó Santa Cruz (actualmente La Cruz, Corrientes) pasando luego a Asunción de Acaraguá.

En 1641, como superior de Yapeyú, organizó la defensa contra las incursiones de los “bandeirantes paulistas”, siendo uno de los protagonistas de la batalla de Mbororé, acontecimiento que puso fin a la expansión lusitana hacia el oeste. Fue rector del Colegio de Asunción en dos períodos (1652-1656 y 1658-1660), del Colegio Máximo de Córdoba del Tucumán (1674–1677) y superior de las reducciones guaraníes, primero entre 1662 y 1665 y más adelante entre 1678 y 1680. Nombrado Procurador del Paraguay ante Roma y Madrid en 1663. En 1679 organizó el ejército misionero que, al mando del santafesino Vera y Mujica, expulsó a los portugueses de Colonia del Sacramento.

A lo largo de su casi centenaria vida (falleció en Apóstoles en 1698), Altamirano se destacó por sus conocimientos de las lenguas indígenas, herramienta fundamental en los primeros tiempos de evangelización, por ser un excelente administrador, un hábil estratega, y por la firmeza de sus convicciones que le valieron el respeto y la admiración de la mayoría de sus contemporáneos.