STA FE: Procesan en Carcarañá a una mujer que prostituía a sus hijas

Es la madre de una niña que en septiembre pasado tuvo un hijo.La mujer explotaba sexualmente a sus tres nenas menores de edad.

La Capital | 

 La investigación desarrollada por el juzgado en lo Penal del Distrito Judicial N 6 por el caso de la nena de Carcarañá que tuvo un hijo a los 12 años, hecho que publicó este diario en setiembre del año pasado, culminó con el procesamiento de Rita R., de 56 años, abuela de la criatura, por haber "promocionado y facilitado la prostitución" de sus tres hijas, incluida la que fue noticia.

La publicación de la información generó una enorme marca en el fiscal de los Tribunales de Cañada de Gómez, Angel Granato. Tanto impacto le causaron los dichos de la madre que de inmediato ordenó el inicio de una causa. A menos de un año del suceso, más de una decena de testimonios dieron cuenta de una cruda realidad de explotación sexual.

Las tres hijas (todas menores de edad, una de ellas con discapacidad mental) eran llevadas por la propia madre a una obra en construcción para ejercer la prostitución con trabajadores del lugar de origen paraguayo. Rita las esperaba afuera y luego con el dinero recaudado iban a un mercado cercano y comparaban mercadería que luego llevaba a la casa.

"Era la construcción de Fussetti. Cuando alguna no quería ella las obligada e incluso llegó a golpearlas. Muchos vecinos habían denunciado el caso ante Acción Social de la Municipalidad", dijo uno de los desgarradores testimonios que pueden leerse en el fallo dictado por la jueza en lo Penal de Cañada de Gómez, Delia Paleari.

Testimonio vital. Para la magistrada, fue vital el testimonio aportado por la trabajadora social, Graciela Walter, quien tomó contacto con el drama cuando empezó a tratar a una de las hijas de Rita. Impresionada, asistía a un relato escalofriante de la menor que incluso llegó a escaparse de la casa.

"No todas aceptaban relacionarse con los hombres", declaró otra vecina en sede policial. "A la más chica no la llevaba porque estaba en un hogar, pero a los diez años la sacó, y dos años más tarde quedó embarazada", dijo otra de las voces denunciantes.

Paleari dijo que quedó claramente probado la promoción y facilitamiento de la prostitución, en varias oportunidades. La mujer está detenida y alojada en la alcaidía de la Unidad Regional XVIII de San Lorenzo.

“Yo malcrío a mis hijos, les doy todo”

“Yo me dedico a la seguridad de coches, de 9 a 12, de lunes a viernes, y los sábados y domingos estoy unas dos horas en la puerta de la iglesia católica de Carcarañá. Con lo que gano vivo yo y un poco todos. Yo malcrío bastante a mis hijos y a mis nietos, les doy todo lo que puedo. Ya vi el regalo de mi nieta, por ejemplo, como seré la madrina le compraré un vestidito blanco con capelina que vi frente a la plaza Sarmiento, para que luzca en el bautismo”. Las mujer que ahora está procesada contaba esto en septiembre del año pasado, cuando su hija de 12 años fue mamá en el Hospital Centenario. Mamá y noticia.

Adentro, en una de las piezas, estaba su hija de tan solo 12 años, y la recién nacida nieta, de 3, 100 kilos. “¿Por qué a ustedes les parece tan raro que mi hija haya tenido un bebé?”, le preguntó en ese entonces a la cronista de este diario, sin saber que esa duda pondría en marcha luego todo el aparto judicial.

Es que cuando Rita se enteró que Analía estaba embarazada se preocupó pero no la retó. “Siempre quise que mis hijas sigan adelante con sus embarazos. Pero ya estuvimos hablando con ella: cuando le den el alta y pueda se colocará un DIU. También hablamos de la escuela, querría que la termine ya que abandonó en quinto grado. Me prometió que va a retomar. Todos la vamos a ayudar en casa”, aseguró.

Desde el Centro de Asistencia Judicial (CAJ), el subdirector, Ricardo Lamas, dijo también en ese entonces que para la ley se estaría frente a un caso de abuso sexual porque se presupone que la niña, al ser menor de 13 años, “no está en condiciones de dar consentimiento al acto”.

“La cuestión cambia de 13 a 16 años, donde un mayor ha cometido estupro contra una persona menor de 18 años: hay otro nivel de madurez para el consentimiento y otra pena para el delito. Pero por más que un menor de 13 años diera el consentimiento existe la presunción de que no puede ser válido, por la relación de desigualdad entre alguien de esa edad y alguien que es casi un adulto”, sostuvo.

Rita contó en esa entrevista que a Analía le dicen “Mono”, porque según su mamá es menudita y siempre anda colgada de los árboles, y que le gusta la cumbia, jugar a la bolita, a la pelota y a los jueguitos en el ciber. Contó todo eso pero nada dijo que la llevaba a una casa en construcción para que se relacionara sexualmente con los trabajadores. Por suerte de eso se ocupó la justicia.