miércoles, 29 de mayo de 2013

NEWELL'S JUEGA ANTE BOCA EL PARTIDO DE VUELTA EN EL COLOSO POR LOS CUARTOS DE LA LIBERTADORES

Newell’s y Boca: la batalla final. El último capítulo, el decisivo. El de embriagador tinte copero. El de significación colosal. Dos apuestas, dos estilos y un único premio: el anhelado pasaje a las semifinales de la Libertadores.
La Capital | 

NEWELL'S JUEGA ANTE BOCA EL PARTIDO DE VUELTA EN EL COLOSO POR LOS CUARTOS DE LA LIBERTADORES
Newell’s y Boca: la batalla final. El último capítulo, el decisivo. El de embriagador tinte copero. El de significación colosal. Dos apuestas, dos estilos y un único premio: el anhelado pasaje a las semifinales de la Libertadores. Un atractivo choque que servirá para medir fuerzas y ambiciones en una instancia clave, y el que salga airoso se meterá entre los cuatro mejores de América, en la codiciada elite del fútbol continental. Por eso, el encuentro de esta tarde a las 19.30 en el Parque, represen-
ta una auténtica prueba de osadía, fútbol y carácter.
Este cotejo de vuelta será crucial para el ciclo Martino, una de las etapas futbolísticas más inspiradoras dentro de la historia rojinegra que sin dudas debería desembocar en un título como merecido efecto de cierre y reconocimiento.
Si la Lepra alcanza la chance de pasar de fase en la Copa sólo le restarán dos peldaños, sumamente complicados, pero que asoman como una invitación inquietante y sumamente sugerente. Es que la Libertadores, para el curso de la pasión leprosa, siempre fue una debilidad, una obsesión, un destino.
Además, si Newell’s alcanza las semifinales, tendría tiempo para enfocarse de lleno, con todo su potencial, en el tramo final del torneo, en el que marcha puntero absoluto y le quedan cuatro compromisos. Ya que la Copa retoma su funcionamiento recién el 3 y 10 de julio, fechas fijadas para los próximos cruces, y que están instaladas después del cierre del campeonato local.
En tanto, la final está pactada para el 17 y 24 del mismo mes.
Pero más allá de sus frentes abiertos, el conjunto del Tata conoce el tremendo poder intrínseco que contiene este partido con Boca. Sería una posibilidad cierta para ir por más. Sería un guiño, una palmada en el hombro, una extraordinaria plataforma de lanzamiento para el fervor de sus ansias. Sería una sustancia mágica que serviría para mantener todos los sueños bien despiertos.
Si bien Martino no confirmó el equipo, todo indica que Lucas Bernardi, el núcleo cerebral del equipo, ingresaría en el lugar del peruano Cruzado, quien terminó con una molestia muscular (ver aparte) el encuentro del domingo por el certamen doméstico.
El resto se asemejaría a la formación que utilizó en la ida (0-0) en La Bombonera.
En tanto, Boca tomará ciertos recaudos y recurrirá a la misma estrategia con que eliminó al actual campeón, Corinthians, un 4-4-1-1 en el que Román Riquelme irá como enlace y Nico Blandi (o Lucas Viatri si no llega en condiciones físicas) como único delantero.
Carlos Bianchi apostó hace rato todo a la Libertadores, en el torneo local sólo arrastra penas, y en ese contexto pondrá en juego el semestre xeneize.
Así, no quedan dudas de que la Copa es una tentación para este Newell’s que logró transformarse en un sello indeleble, una firma reconocida, una cédula de identidad futbolística en el último año y medio. Todo dependerá de la capacidad que exhiba durante 90 minutos para trasladar todas sus virtudes al campo de juego y al marcador. Por hambre y por la raíz de su naturaleza, está en condiciones de seguir forjando su destino.
La consagración leprosa del 91 en la Bombonera
La definición en ida y vuelta con Boca tiene un antecedente válido en las finales de 1991, en las que Newell’s era comandado por Bielsa y Martino integraba ese equipo. Ambos llegaron con bajas importantes por convocatorias a la selección. En Boca no estuvieron Batistuta ni Latorre y los dirigentes xeneizes contrataron a Gerardo Reinoso y el brasileño Gaúcho. En Newell’s, no estuvieron Gamboa ni Franco, pero el club no realizó incorporaciones. La Lepra venía de ganar el Apertura 90 y había vencido 1 a 0 (Berizzo) en Rosario. En la revancha se impuso Boca (campeón Clausura \'91) con gol de Reinoso. En los penales, Scoponi se vistió de héroe en el barro de la Bombonera y Newell’s se consagró campeón.

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