Lo confirmó el abogado del empresario procesado por narcotráfico en la causa que también se investiga al ex Jefe de la Policía Hugo Tognoli. Para el defensor "el magistrado está presionado políticamente”.
La defensa de Carlos Andrés Ascaíni sostuvo que pedirán la recusación de del juez Carlos Vera Barros en la causa que investiga el narcotráfico en el sur de Santa Fe y los supuestos lazos entre el empresario de Villa Cañás y el ex comisario Hugo Tognoli detenido por segunda vez la semana pasada en el marco de esa pesquisa. Esta mañana Ascaíni prestará declaración en Tribunales Federales luego de haber sido detenido este domingo en Venado Tuerto.
El abogado de Ascaíni, Paul Krupnik, anticipó que pedirán que Vera Barros –quien hoy escuchará el testimonio de su defendido– se aparte de la investigación debido a sus “comportamientos erráticos” que “lo tiñen de imparcial”.
Según especificó el letrado, tales conductas son "el arresto innecesario de su cliente", ya que el viernes le habían confirmado al magistrado que no se evitaría la citación. Además, llamó la atención sobre los tiempos y la estrategia procesal de la justicia. "La conversación telefónica que supestamente implica a Ascaíni data de 2009, pero su adhesión al caso Tognoli, se realiza recién en 2012 cuando sale el polémico artículo de Página 12", sostuvo y añadió: “Parece ser que fue el matutino de corte oficialista el que le marcó los tiempos a Vera Barros”. Al mismo tiempo, disparó que el propio fiscal Juan Patricio Murray suele ser un columnista frecuente de mencionado periódico.
En tanto, para Krupnik el juez “está conducido políticamente, por temor o voluntariamente, para colaborar con la desestabilización del gobierno provincial”. De este modo, el letrado responsabilizó al kirchnerismo de querer ensuciar a la administración socialista y utilizar para tal fin al ex jefe de la policía y, por ende a Ascaíni.
No obstante, aseguró que su cliente nunca conoció a Tognoli ni a nadie involucrado en la investigación. Afirmó, asimismo, que no existe ninguna prueba en su contra y bromeó con que su cliente sería “el primer narco al que no se le secuestran ni diez gramos de drogas”. De tal forma, hizo referencia al episodio por el cual Ascaíni debió pasar seis meses en la cárcel de Piñero, luego de que efectivos de la policía Federal hallaran en su auto –en mayo de 2008–, más de un kilo de cocaína. El peritaje químico posterior había arrojado que la mayor parte de los compuestos era azúcar.
El abogado de Ascaíni, Paul Krupnik, anticipó que pedirán que Vera Barros –quien hoy escuchará el testimonio de su defendido– se aparte de la investigación debido a sus “comportamientos erráticos” que “lo tiñen de imparcial”.
Según especificó el letrado, tales conductas son "el arresto innecesario de su cliente", ya que el viernes le habían confirmado al magistrado que no se evitaría la citación. Además, llamó la atención sobre los tiempos y la estrategia procesal de la justicia. "La conversación telefónica que supestamente implica a Ascaíni data de 2009, pero su adhesión al caso Tognoli, se realiza recién en 2012 cuando sale el polémico artículo de Página 12", sostuvo y añadió: “Parece ser que fue el matutino de corte oficialista el que le marcó los tiempos a Vera Barros”. Al mismo tiempo, disparó que el propio fiscal Juan Patricio Murray suele ser un columnista frecuente de mencionado periódico.
En tanto, para Krupnik el juez “está conducido políticamente, por temor o voluntariamente, para colaborar con la desestabilización del gobierno provincial”. De este modo, el letrado responsabilizó al kirchnerismo de querer ensuciar a la administración socialista y utilizar para tal fin al ex jefe de la policía y, por ende a Ascaíni.
No obstante, aseguró que su cliente nunca conoció a Tognoli ni a nadie involucrado en la investigación. Afirmó, asimismo, que no existe ninguna prueba en su contra y bromeó con que su cliente sería “el primer narco al que no se le secuestran ni diez gramos de drogas”. De tal forma, hizo referencia al episodio por el cual Ascaíni debió pasar seis meses en la cárcel de Piñero, luego de que efectivos de la policía Federal hallaran en su auto –en mayo de 2008–, más de un kilo de cocaína. El peritaje químico posterior había arrojado que la mayor parte de los compuestos era azúcar.
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