lunes, 11 de marzo de 2013

La casualidad trajo a un ex combatiente a las Islas en plena votación


Eduardo ganó un pasaje de una asociación de veteranos para visitar Malvinas. Sin embargo, nunca imaginó que iba a llegar en medio del referéndum. “Si vinieran a Argentina, no tendrían esta sensación de estar observados permanentemente”, señaló el ex combatiente.


La casualidad trajo a un ex combatiente a las Islas en plena votación
Aunque combatió a los 18 años en la guerra de Malvinas, Eduardo nunca tuvo la oportunidad de pisar las islas. Como maquinista, siempre estuvo a bordo del destructor ARA Següí. A veces, ni siquiera sabía dónde estaba: desde la sala de máquinas, todos los lugares parecían iguales.
Treinta años después, el sorteo de pasajes que realiza su agrupación de ex combatientes en Ituizangó le permitió visitar por primera vez el territorio por el que alguna vez se jugó la vida. Sin embargo, el azar le dio una sorpresa: las reservas hechas con meses de antelación coincidieron con el referéndum que los isleños realizan para ratificar su deseo de ser ingleses.
En diálogo con Infobae, evitó críticas a la consulta popular, ratificó el reclamo de soberanía argentino y destacó el rol que ha cumplido el actual gobierno al frente de la causa. Aunque reconoció haber sido tratado con amabilidad, Eduardo, quien prefirió no dar su apellido, aclaró:
“Si vinieran a Argentina, no tendrían esta sensación de estar observados permanentemente”, aseguró.
-¿Cómo es que estás hoy acá?
-Llegamos en una fecha que no teníamos planeada. Pertenezco a un centro de veteranos de 50 o 60 personas en la ciudad de Ituzaingó, en Buenos Aires. Año a año el centro dona dos viajes para veteranos de guerra y esta vez nos tocó a nosotros. Los pasajes los teníamos antes de saber del referéndum.
-¿Qué te genera la votación?
-No me molesta que la gente se exprese. Ellos nacieron acá y lo consideran como propio. Pero el tema de la soberanía es otra cosa.
-¿Qué puesto ocupaste durante la guerra?
-No pisé las islas porque yo estaba en un barco, el destructor Següí. Estaba en la parte de máquinas. Entonces mucho no sabíamos las posiciones, porque los maquinistas estábamos completamente aislados de la parte operativa. Durante el conflicto estuvimos repeliendo algo hostil o defendiendo parte de la costa. Por eso no tengo bien una noción de dónde estuve.
-¿Qué significa este viaje para vos?
-El hecho de poder venir ahora a Malvinas es nada más que para poder rendirle un homenaje a mis compañeros caídos acá. Nos encontramos con esto, pero la idea principal es rendir homenaje a nuestros caídos y tratar de sentir las sensaciones que tuvieron ellos, salvando todas las distancias.
-¿Qué sentiste al llegar?
-Cuando bajé (en el aeropuerto militar de Mount Pleasant), sentí que estaba en un cuartel permanentemente. Esa cosa fría de decir: “Mirá todo lo que tenemos”. Por algo lo tienen. Yo creo que si un kelper va a Argentina no es tratado así. Tendrá otro tipo de cuestiones, como la inseguridad, pero no creo que tengan la sensación de estar observado permanentemente.
-¿Hablaste con los habitantes?
-No, no sé inglés, así que no tuve mucha comunicación. Igual, de todos modos, sentí la cordialidad. Nos han tratado bien, nos atienden bien, no hemos tenido ningún problema.
-¿Qué te parece el modo en que está llevando el reclamo el gobierno de Cristina Kirchner?
-Mejorar siempre se puede mejorar, consensuar siempre se puede consensuar. Lo que no se puede discutir es la soberanía. La manera de cómo avanzar es cuestión de diplomacia. Nosotros no teníamos hasta ahora un Gobierno que pueda llegar a representarnos de la manera que nos está representando. Fue uno de los gobiernos que más nos reconoció a los veteranos. Si bien hubo un puntapié inicial de los gobiernos anteriores, este fue el Gobierno que más centralizó el reclamo por la soberanía.

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