La jueza de Instrucción Alejandra Rodenas destacó las pesquisas que permitieron la detención de tres uniformados, que se encuentran detenidos e incomunicados por el delito de extorsión.
La Capital |
Ayer por la tarde se conoció que un oficial principal, un cabo y una agente habían quedado presos tras la investigación por el robo que sufrió la semana pasada la fiscal Nora Marull. Con escuchas al celular sustraído a la fiscal detectaron un pedido de coima para liberar a dos detenidos en la comisaría 8ª. La novia de uno de los detenidos en esta seccional tenía el aparato robado.
La jueza de Instrucción Alejandra Rodenas destacó que efectivamente uno de los celulares que le robaron el jueves pasado a la fiscal Norma Marull es uno que les dan a los fiscales y jueces del Estado. De allí la importancia de recuperar los datos y contactos registrados en el aparato.
Pero al día siguiente del robo, descubren que estaba siendo utilizado por la novia de un detenido en la seccional 8ª. "Detrás de esa llamada había cuanto menos indicios importantes de que se estaría cometiendo una tentativa de extorsión por parte de personal de esta ciudad, que presuntamente le habrían solicitado a la que poseía el celular una suma de dinero a cambio de la libertad de su pareja", explicó Rodenas.
Rodenas destacó en este marco la tarea minuciosa de la División de Asuntos Internos de la policía, que permitieron "a partir de ese mínimo dato reconstruyeron la situación que desembocó en el allanamiento de la comisaría 8ª, en la detención de un oficial principal, un cabo y una agente que quedaron presos incomunicados por el delito de extorsión".
Además de los policías, dos jóvenes motociclistas y la chica que tenía el celular de la fiscal en su poder están imputados de encubrimiento, y mañana serán indagados por la jueza Mónica Lamperti. De todas formas, Rodenas confirmó que no hay aún indicios de que estos tres últimos sean los autores del robo a Marull.
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