El joven de 32 años fue hallado sin vida el domingo 5 de agosto a las 7 en bulevar Pellegrini y 9 de Julio. Tenía marcas de fuertes golpes en la cabeza. Son un misterio las cirunstancias del asesinato.
Familiares
y amigos del joven asesinado el domingo 5 de agosto en bulevar
Pellegrini y 9 de Julio, Lucas Pereyra, de 32 años, se manifestaron este
martes a las 18 en el lugar donde fue encontrado muerto, en reclamo de
justicia.
Además, la familia de Pereyra solicitó una vez más a la población que aporte información que pueda ayudar a esclarecer el asesinato que todavía es un misterio.
Alrededor de las 18 de este martes, los manifestantes que portaban pancartas cortaron el tránsito en la zona ubicada junto al edificio de la Universidad Nacional del Litoral, sobre bulevar y 9 de Julio, quemaron cubiertas e hicieron explotar bombas de estruendo.
Hasta el momento, la Justicia no cuenta con información para determinar las circunstancias del asesinato, como tampoco pudo identificar al autor.
“Lo asesinaron. Pero no lo mataron así nomás, le pegaron con fuerza porque cuando lo vimos tenía la nariz quebrada y traumatismo de cráneo. La persona que lo estaba matando se pensó que era un perro para dejarlo tirado”, dijo Mónica, la tía de Lucas Pereyra.
El domingo 5 de agosto, cerca de las 7, Lucas Pereyra fue hallado muerto por un inspector de tránsito que circulaba por la zona en la esquina de Bulevar Pellegrini y 9 de Julio. Según se informó, el cuerpo sin vida estaba tendido sobre la vereda, de costado, y tenía dos golpes brutales: uno en la nuca y el otro le desfiguró la cara.
Según testigos, Pereyra había sido visto con vida por última vez a las 5, cuando salió de un bar ubicado en Pedro Víttori y bulevar Gálvez. Desde allí, empezó a caminar por el bulevar.
Además, la familia de Pereyra solicitó una vez más a la población que aporte información que pueda ayudar a esclarecer el asesinato que todavía es un misterio.
Alrededor de las 18 de este martes, los manifestantes que portaban pancartas cortaron el tránsito en la zona ubicada junto al edificio de la Universidad Nacional del Litoral, sobre bulevar y 9 de Julio, quemaron cubiertas e hicieron explotar bombas de estruendo.
Hasta el momento, la Justicia no cuenta con información para determinar las circunstancias del asesinato, como tampoco pudo identificar al autor.
“Lo asesinaron. Pero no lo mataron así nomás, le pegaron con fuerza porque cuando lo vimos tenía la nariz quebrada y traumatismo de cráneo. La persona que lo estaba matando se pensó que era un perro para dejarlo tirado”, dijo Mónica, la tía de Lucas Pereyra.
El domingo 5 de agosto, cerca de las 7, Lucas Pereyra fue hallado muerto por un inspector de tránsito que circulaba por la zona en la esquina de Bulevar Pellegrini y 9 de Julio. Según se informó, el cuerpo sin vida estaba tendido sobre la vereda, de costado, y tenía dos golpes brutales: uno en la nuca y el otro le desfiguró la cara.
Según testigos, Pereyra había sido visto con vida por última vez a las 5, cuando salió de un bar ubicado en Pedro Víttori y bulevar Gálvez. Desde allí, empezó a caminar por el bulevar.
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