miércoles, 18 de julio de 2012

ROSARIO: Quedó solo en un micro y lo amamantó una policía

Era tal el dolor que sintió Lidia Mariana Martínez (23) mientras viajaba en la madrugada de ayer desde la localidad bonaerense de Liniers hacia Asunción del Paraguay, que cuando debieron asistirla de emergencia a la altura de Arroyo Seco no pudo siquiera decir que con ella viajaba su bebé de 4 meses, que siguió viaje a bordo del micro y fue descubierto en Rosario, cuando lloró de hambre.

Lo llevaron a comisaría donde estaba Verónica Llamas (34), quien en su primer día de trabajo tras una licencia por maternidad tenía toda la materia prima "directa de fábrica" para alimentarlo.
La mamá del bebé es paraguaya y se radicó en la Argentina cuando aún estaba embarazada de Francisco Nicolás. El viaje a Asunción lo emprendió para que el abuelo materno conociera a su nieto.
Tras partir a las 23 desde Liniers a bordo de un micro de Crucero del Norte tuvo un fuerte dolor abdominal. Fue asistida a la altura de Arroyo Seco, y de allí la derivaron al Hospital Provincial de Rosario. Nadie notó que con ella iba un bebé sino hasta que éste se despertó con hambre.
"Pancho", lo apodó el personal policial de Rosario que lo cuidó. No quiso mamaderas pero sí aceptó gustoso el pecho de Verónica Llamas, quien casualmente ayer se incorporaba tras una licencia por maternidad. La nodriza, que tiene 5 hijos, es empleada de la Brigada Orden Urbano perteneciente a la Agrupación Cuerpos que funciona en el edificio de la Comisaría 1ª, donde el bebé fue custodiado.
"Ayer se me terminó la licencia por maternidad, tengo una bebé de tres meses y esta mañana llegué a las 7 y me encontré con esta preciosura que tenía hambre y no quería la mamadera. Lo amamanté, la verdad es que nunca me pasó, tengo cinco hijos y enseguida tomó", comentó ayer la madre de leche, que vive en Pérez.
"El bebé está re bien, ni siquiera lloró mientras lo tuvimos acá en la seccional. Sólo hizo pucherito por hambre", comentó a LaCapital Claudia, una compañera de Verónica.
De alta. En tanto, la hipótesis de un cuadro de peritonitis aguda que en un principio se presumía que tenía Lidia Mariana fue descartado. Luego se sospechó de apendicitis y finalmente se confirmó que era un quiste ovárico. Y ayer mismo al mediodía fue dada de alta del Provincial. Su bebé fue entregado a una tía que se desempeña como personal de la Policía Federal en Buenos Aires, quien ni bien se enteró de lo sucedido viajó a Rosario para acompañar a la joven.
Al cierre de esta edición, madre e hijo ya habían abordado otro un micro hacia Asunción del Paraguay para que finalmente Francisco Nicolás y su abuelo puedan mirarse a los ojos por primera vez.

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