Era tal el dolor que sintió
Lidia Mariana Martínez (23) mientras viajaba en la madrugada de ayer
desde la localidad bonaerense de Liniers hacia Asunción del Paraguay,
que cuando debieron asistirla de emergencia a la altura de Arroyo Seco
no pudo siquiera decir que con ella viajaba su bebé de 4 meses, que
siguió viaje a bordo del micro y fue descubierto en Rosario, cuando
lloró de hambre.
Lo llevaron a comisaría donde estaba
Verónica Llamas (34), quien en su primer día de trabajo tras una
licencia por maternidad tenía toda la materia prima "directa de fábrica"
para alimentarlo.
La mamá del bebé es paraguaya y se
radicó en la Argentina cuando aún estaba embarazada de Francisco
Nicolás. El viaje a Asunción lo emprendió para que el abuelo materno
conociera a su nieto.
Tras partir a las 23 desde Liniers a
bordo de un micro de Crucero del Norte tuvo un fuerte dolor abdominal.
Fue asistida a la altura de Arroyo Seco, y de allí la derivaron al
Hospital Provincial de Rosario. Nadie notó que con ella iba un bebé sino
hasta que éste se despertó con hambre.
"Pancho", lo apodó el personal policial
de Rosario que lo cuidó. No quiso mamaderas pero sí aceptó gustoso el
pecho de Verónica Llamas, quien casualmente ayer se incorporaba tras una
licencia por maternidad. La nodriza, que tiene 5 hijos, es empleada de
la Brigada Orden Urbano perteneciente a la Agrupación Cuerpos que
funciona en el edificio de la Comisaría 1ª, donde el bebé fue
custodiado.
"Ayer se me terminó la licencia por
maternidad, tengo una bebé de tres meses y esta mañana llegué a las 7 y
me encontré con esta preciosura que tenía hambre y no quería la
mamadera. Lo amamanté, la verdad es que nunca me pasó, tengo cinco hijos
y enseguida tomó", comentó ayer la madre de leche, que vive en Pérez.
"El bebé está re bien, ni siquiera
lloró mientras lo tuvimos acá en la seccional. Sólo hizo pucherito por
hambre", comentó a LaCapital Claudia, una compañera de Verónica.
De alta. En tanto, la
hipótesis de un cuadro de peritonitis aguda que en un principio se
presumía que tenía Lidia Mariana fue descartado. Luego se sospechó de
apendicitis y finalmente se confirmó que era un quiste ovárico. Y ayer
mismo al mediodía fue dada de alta del Provincial. Su bebé fue entregado
a una tía que se desempeña como personal de la Policía Federal en
Buenos Aires, quien ni bien se enteró de lo sucedido viajó a Rosario
para acompañar a la joven.
Al cierre de esta edición, madre e hijo
ya habían abordado otro un micro hacia Asunción del Paraguay para que
finalmente Francisco Nicolás y su abuelo puedan mirarse a los ojos por
primera vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario