Carpas iglú, sillones, mantas y mucho café, todo sirvió para pasar una noche muy fría frente a la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús y hacer la cola con la esperanza de poder ingresar al templo a la hora de la celebración litúrgica o bien estar lo más cerca posible.
En una noche con una sensación térmica que promedió los 6º, personas mayores, familias con bebés y niños pequeños, personas en sillas de ruedas realizaron la vigilia como una muestra de fe realmente conmovedora.
Desde las distintas calles aledañas a la parroquia no cesan de llegar fieles, en su mayoría para pedir al padre Ignacio su sanación o la de algún familiar. Están también los que quieren pedir al religioso que los ayude a conseguir trabajo o mejorar las relaciones familiares.
“Pasamos mucho frío, pero no nos importa. Vengo a pedir por mi nieta de 17 años que tiene escoriosis, la traje para que el padre Ignacio la bendiga”, dijo Nélida, oriunda de Viale
“Vengo de Viale a agradecer y a pedir por la salud de mis seres queridos. Tengo mcuho frío pero si no hacemos sacrificios, no vale”, aportó Rosa.
Ya en horas tempranas comenzaban las rispideces entre los fieles, más que nada por los lugares, ya que están haciendo cola de acuerdo al orden de llegada.
“Vengo a pedir por mis nietos. Llegue anoche a las 21. Nunca pude ir a Rosario, por eso para mí esta visita es una oportunidad”, expresó a UNO Paula Pintos.
Mientras las ambulancias están estacionadas cerca del sanatorio Rawson, personal policial y del Ejército Argentino custodia en distintos sectores de la plaza Sáenz Peña y calle Carbó y servidores ofrecen agua caliente para el mate y café.
“Nos vinimos preparadas. Tenemos un nene de dos años en el auto porque hace mucho frío. No sabemos nada, si vamos a entrar, si va a celebrar una sola misa, pero queríamos venir para pedir por salud y agradecer”, dijo una mamá.
Patricia es paranaense y aseguró que “me motiva mi sobrinita que tiene una discapacidad motriz y necesita ayuda. Estamos desde la una, el viento es el que jugó una mala pasada, realmente pasamos mucho frío”.
“Fue una noche terrible, pero necesito que el padre me ayude porque estoy enferma, además mi hijo no consigue trabajo y está mal con su señora. Es la primera vez que vengo”, dijo Delia, una de las primeras en llegar.
La visita del padre Ignacio Periés realmente ha generado unas expectativas enormes en Entre Ríos y se aguarda una movilización nunca antes vista. A las 16 será la Misa de Sanación.
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