La delegada de UPCN, María Eva
de Camozzi, aseguró que “los trabajadores de Niñez se reunieron, y
dijeron: “«Hasta aquí llegamos»”. “No queremos seguir poniendo parches”,
dijo.
Luego de los vejámenes a una menor de 11 años
discapacitada en el hogar Ana y José Fracchiolla –que aún investiga la
Justicia y, también, se sigue un sumario interno– que derivó en la
separación de tres empleadas, los trabajadores de Niñez de la provincia
se reunieron, ayer, y dijeron que “hasta aquí se llegó”.
Así lo dijo la delegada por UPCN, María Eva de Camozzi, quien al ser consultada sobre qué evaluación tienen ante lo sucedido en el hogar Fracchiolla y los datos publicados por Diario UNO respecto de la crítica situación del área y las responsabilidades políticas en torno al tema dijo: “Nuestra postura, como gremio, es que tres compañeras no deben ser el chivo expiatorio de malas políticas de Niñez que vienen de hace muchos años. Esto no es de hoy, viene desde hace tiempo y lo digo con conocimiento porque soy una trabajadora que pertenece a un CAF (Centro de Atención Familiar) hace más de 30 años y conozco muy bien lo que es niñez”.
“Lo del Fracchiolla tiene un antes y un después. El antes era cuando todos confiábamos en todos; donde se trabajaba a pulmón, porque los institutos se sostienen gracias a los trabajadores; porque en Niñez siempre se trabaja con las urgencias, con parches y con buena voluntad. Las personas que trabajan con menores y con ancianos tiene una sensibilidad muy especial para buscar recursos cuando son muy escasos los que el gobierno nos da”, aseguró.
“Esta mañana (por ayer) –continuó– tuvimos una reunión que fue programada hace dos semanas y la ministra avisó a último momento que no podía ir. Allí estuvieron el secretario de Políticas Sociales, Joaquín Blanco; la directora provincial de Niñez, Carolina Galcerán; y el subsecretario de Niñez, Cristian Allende. En la reunión hubo más de 40 personas, entre profesionales, representantes de los institutos de niñez como los CAF y hogares, los distritos de cada barrio, los programas que trabajan con esa problemática y se dijo «Hasta aquí llegamos»”.
Luego amplió: “Esto es lo que se venía manifestando en distintas notas. No podemos seguir trabajando así porque no tenemos recursos, ni tenemos respuestas. No hay nada detrás nuestro que nos avale. Todo se corta por lo mismo, el primero que paga es el empleado. No se coordina el trabajo con el Ministerio de Salud, ni con la policía y los distintos estamentos con los que deberíamos trabajar”.
—¿Esta reunión a la que hace mención fue convocada por el Ministerio de Desarrollo Social?
—No, por los trabajadores. Y estaba pautada la presencia de la ministra (Biffarello) y a último momento le surgió una urgencia...y no pudo estar.
—En esa reunión los trabajadores de Niñez plantearon que así no se puede seguir trabajando, ¿cuál fue la respuesta de los representantes del gobierno?
—La respuesta fue mostrar y decir qué es lo que se va a hacer. Hay una promesa a corto plazo de una estructura, porque lo que es Niñez nunca tuvo una estructura. El trabajador está en el aire, cumple una función que nunca se la pagaron ni se la pagan. Quieren ordenar un poco ese tema y nos dijeron que van a ver el tema de los recursos. La gestión anterior pagó por capacitación al personal hasta 6.000 pesos. Nosotros planteamos que esa plata se debería destinar a ampliar partidas de servicios para darles de comer a los chicos que son escasas. Se trabaja con la buena voluntad de quienes le dan fiado a la gente.
La delegada de los trabajadores dijo que “hay profesionales muy buenos que están dentro de Niñez o de otros ministerios. En la dirección de Adicciones se capacita a la gente en las escuelas, es del mismo organismo y, sin embargo, nunca los ocupamos para nuestra gente”.
—¿Usted cree que lo que pasó en el hogar Fracchiolla va a cambiar la situación en el Ministerio de Desarrollo Social?
—Creo que va a cambiar la situación en Niñez, porque los trabajadores no están dispuestos a seguir trabajando como hasta ahora, poniéndole parche a todo y siguiendo para adelante.
—¿Los funcionarios anunciaron un cambio de autoridades en el hogar Fracchiolla?
—Eso es lo que hoy les reprochaba la gente, que cuando pasó lo del Fracchiolla se hizo una resolución donde ponían una interventora. Hoy nos enteramos, cuando llegó Joaquín Blanco, que habían puesto en función a las nuevas autoridades del Fracchiolla. Ése es un hogar que no tiene estructura. Por lo tanto esto es más de lo mismo.
—¿Blanco mencionó cuántas personas se nombraron al frente del Fracchiolla?
—Son dos personas que estaban trabajando en el hogar CAI, que está en Mendoza y Lamadrid. Una es trabajadora social y la otra es una administrativa.
Así lo dijo la delegada por UPCN, María Eva de Camozzi, quien al ser consultada sobre qué evaluación tienen ante lo sucedido en el hogar Fracchiolla y los datos publicados por Diario UNO respecto de la crítica situación del área y las responsabilidades políticas en torno al tema dijo: “Nuestra postura, como gremio, es que tres compañeras no deben ser el chivo expiatorio de malas políticas de Niñez que vienen de hace muchos años. Esto no es de hoy, viene desde hace tiempo y lo digo con conocimiento porque soy una trabajadora que pertenece a un CAF (Centro de Atención Familiar) hace más de 30 años y conozco muy bien lo que es niñez”.
“Lo del Fracchiolla tiene un antes y un después. El antes era cuando todos confiábamos en todos; donde se trabajaba a pulmón, porque los institutos se sostienen gracias a los trabajadores; porque en Niñez siempre se trabaja con las urgencias, con parches y con buena voluntad. Las personas que trabajan con menores y con ancianos tiene una sensibilidad muy especial para buscar recursos cuando son muy escasos los que el gobierno nos da”, aseguró.
“Esta mañana (por ayer) –continuó– tuvimos una reunión que fue programada hace dos semanas y la ministra avisó a último momento que no podía ir. Allí estuvieron el secretario de Políticas Sociales, Joaquín Blanco; la directora provincial de Niñez, Carolina Galcerán; y el subsecretario de Niñez, Cristian Allende. En la reunión hubo más de 40 personas, entre profesionales, representantes de los institutos de niñez como los CAF y hogares, los distritos de cada barrio, los programas que trabajan con esa problemática y se dijo «Hasta aquí llegamos»”.
Luego amplió: “Esto es lo que se venía manifestando en distintas notas. No podemos seguir trabajando así porque no tenemos recursos, ni tenemos respuestas. No hay nada detrás nuestro que nos avale. Todo se corta por lo mismo, el primero que paga es el empleado. No se coordina el trabajo con el Ministerio de Salud, ni con la policía y los distintos estamentos con los que deberíamos trabajar”.
—¿Esta reunión a la que hace mención fue convocada por el Ministerio de Desarrollo Social?
—No, por los trabajadores. Y estaba pautada la presencia de la ministra (Biffarello) y a último momento le surgió una urgencia...y no pudo estar.
—En esa reunión los trabajadores de Niñez plantearon que así no se puede seguir trabajando, ¿cuál fue la respuesta de los representantes del gobierno?
—La respuesta fue mostrar y decir qué es lo que se va a hacer. Hay una promesa a corto plazo de una estructura, porque lo que es Niñez nunca tuvo una estructura. El trabajador está en el aire, cumple una función que nunca se la pagaron ni se la pagan. Quieren ordenar un poco ese tema y nos dijeron que van a ver el tema de los recursos. La gestión anterior pagó por capacitación al personal hasta 6.000 pesos. Nosotros planteamos que esa plata se debería destinar a ampliar partidas de servicios para darles de comer a los chicos que son escasas. Se trabaja con la buena voluntad de quienes le dan fiado a la gente.
La delegada de los trabajadores dijo que “hay profesionales muy buenos que están dentro de Niñez o de otros ministerios. En la dirección de Adicciones se capacita a la gente en las escuelas, es del mismo organismo y, sin embargo, nunca los ocupamos para nuestra gente”.
—¿Usted cree que lo que pasó en el hogar Fracchiolla va a cambiar la situación en el Ministerio de Desarrollo Social?
—Creo que va a cambiar la situación en Niñez, porque los trabajadores no están dispuestos a seguir trabajando como hasta ahora, poniéndole parche a todo y siguiendo para adelante.
—¿Los funcionarios anunciaron un cambio de autoridades en el hogar Fracchiolla?
—Eso es lo que hoy les reprochaba la gente, que cuando pasó lo del Fracchiolla se hizo una resolución donde ponían una interventora. Hoy nos enteramos, cuando llegó Joaquín Blanco, que habían puesto en función a las nuevas autoridades del Fracchiolla. Ése es un hogar que no tiene estructura. Por lo tanto esto es más de lo mismo.
—¿Blanco mencionó cuántas personas se nombraron al frente del Fracchiolla?
—Son dos personas que estaban trabajando en el hogar CAI, que está en Mendoza y Lamadrid. Una es trabajadora social y la otra es una administrativa.
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