martes, 13 de marzo de 2012

Arrancó en Rufino el espinoso juicio por el asesinato de un joven policía

Juzgan a tres cordobeses por robo y posterior crimen del agente Emiliano Celis en 2009. Ayer negaron la imputación. Dura objeción por falta de una defensa inicial y vicios de la instrucción.

Los tres ciudadanos cordobeses acusados de participar del robo en el que terminó asesinado un policía de 18 años en Rufino, en un hecho ocurrido hace dos años, negaron la acusación fiscal y rehusaron seguir declarando en el inicio del juicio oral y público por ese episodio.
En el arranque del trámite los integrantes del tribunal rechazaron, además, el pedido de nulidad planteado por las defensas de los acusados, que señalaban que el juicio no podía iniciarse porque estaban pendientes de resolver planteos sobre quién debe ser la autoridad encargada del enjuiciamiento de este hecho.
Se trata del juicio por el homicidio del agente provincial Emiliano Célis, que murió de dos disparos en el operativo de persecución a los asaltantes de una vivienda de esa ciudad, ocurrido el 9 de marzo de 2009. Los tres acusados son Diego Guzmán, Enrique Zapata y José Darío Guajardo. Al primero le atribuyen la autoría material del homicidio.
Para la audiencia de hoy se espera que declaren los testigos ofrecidos tanto por la fiscalía, ejercida por Fernando Palmolelli, y las defensas. Los acusados no estarán presentes en la sala debido a que presentaron, y fue aceptado, un pedido de resguardo para no comparecer allí, dado que consideraban comprometida su integridad.
Controvertido. El trámite judicial por este caso es en extremo espinoso. Las defensas objetan la constitucionalidad del juicio ya que, aducen, hubo flagrantes violaciones de las garantías de los imputados. Alegan que el acusado principal, Diego Guzmán, pasó los seis meses iniciales del trámite sin abogado, que no hubo pericias que permitieran definir de qué arma salieron las balas que mataron al agente, que extrañamente no se practicó autopsia y que hubo denuncias no atendidas de apremios ilegales contra los implicados.
Célis llevaba seis meses en la policía cuando lo mataron y era hijo de un comisario inspector con mando en la zona donde ocurrió el homicidio.
El defensor de Guzmán, Daniel Papalardo, pidió ayer la anulación de la instrucción entera, por la violación del principio de defensa de su pupilo. El abogado que representa a los restantes acusados, Gregorio Gómez, impugnó además al tribunal actuante. Gómez afirmó que, incluso, no estaba resuelto un pedido de avocamiento que hizo a la Corte Suprema provincial —llamado per saltum— a fin de que el máximo tribunal garantice la imparcialidad del juicio. Lo que dicen es que los jueces de la circunscripción de Venado Tuerto no lo son en este caso.
El tribunal está integrado por Jorge Gastonjáuregui, que lo preside, Adrián Godoy y Javier Prado.
La imparcialidad. La apertura de los alegatos iniciales de la defensa estuvo a cargo de Gómez, quien pidió al tribunal la recusación del juez Adrian Godoy, argumentando que carecía de la necesaria imparcialidad, ya que cuando era fiscal había atendido algunas causas en las que estaba implicado el padre de Emiliano Celis, quien es policía en actividad, ampliando la recusación a los integrantes del tribunal, quienes por trabajar en el ámbito penal también tendrían contacto con el padre del joven asesinado.
Papalardo adhirió a los planteos de su colega, trayendo a colación además que de fallar la Corte Suprema a favor de la recusación contra la Camara Penal, un acuerdo del juicio abreviado por el que ya se fijó penas a los acusados quedaría vigente y no habría razón para la realización del juicio oral iniciado ayer.
Ocurre que los propios imputados aceptaron en septiembre del año pasado una propuesta de la fiscalía venadense para resolver el caso mediante un acuerdo de juicio abreviado. Los tres admitieron las imputaciones y aceptaron las condenas de 23 años para Guzmán, nueve para Zapata y seis para Guajardo
Y el tribunal dice. Ante las impugnaciones, el tribunal integrado en Rufino se declaró ayer competente para conducir el juicio pero con dos significativas salvedades. Por un lado sus miembros señalaron que si en el trámite surgen pruebas de que se violaron los derechos de defensa de los imputados eso se expresará en la sentencia. Por otro se anunció que en caso de que la Corte Suprema admita alguna de las quejas de la defensa el juicio será suspendido.

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